Decalogo del Amor

 DECÁLOGO DEL AMOR

Don de la vida

1. Creerás que Dios es el Dios de la vida, que desea la vida en abundancia para todos y no la muerte.
2. No utilizarás el nombre del Dios de la vida para atentar contra la vida de nadie.
3. Agradecerás a Dios la vida y la celebrarás como un gran don y una fiesta.
4. Defenderás la vida amenazada y honrarás a los que te han dado la vida.
5. No matarás de cualquier manera la vida, puesto que la vida es de Dios.
6. Valorarás la vida sin egoísmo.
7. No te apropiarás de los bienes que han sido creados con el fin de que todos los disfruten.
8. Compartirás la vida con tu pueblo, con toda verdad.
9. Trabajarás para que todos tengan lo suficiente para vivir.
10. Pondrás tu vida al servicio de los otros, aún con riesgo: tu vida por el bien de los otros.

 Bienaventuranzas de la pareja y la familia

• Felices las familias: que saben que no es lo  mismo formar un hogar que construir una casa.
•  Felices las familias: que saben que no es lo mismo dialogar en serio que meramente contar algo que pasa.
• Felices las familias: que saben que no es lo mismo compartir lo que se posee que prestar alguna cosa o, de vez en cuando, “hacer beneficencia”.
• Felices las familias: que saben que no es lo mismo practicar una religión y dar cumplimiento a unos ritos, que vivir la fe y esa fe sea vida.
• Felices las familias: que saben practicar la tolerancia cuando surgen las diferencias y ponen el amor por sobre todo el amor que todo lo cree y todo lo perdona.
• Felices las familias: que confían en sus hijos, que honran a sus ancianos, que atienden a los más débiles, y construyen poco a poco una sociedad mejor.
• Felices las familias: que son sal y luz de la tierra, que son fermento en la masa, y son semilla de nuevas familias que seguirán peregrinando en el amor.
• Felices, verdaderamente felices, las familias que han puesto sus raíces y su fuerza en una pareja cuyos miembros son fieles en la salud y en la enfermedad, en la prosperidad y en la adversidad, y permanecen unidos hasta que la muerte los separe…